lunes, 24 de diciembre de 2018

La Navidad vista bajo la lupa japonesa

En nuestro país, la Navidad es muy colorida. Es la fecha de las posadas, piñatas, villancicos y colaciones. Y en la que podemos admirar las nochebuenas adornando parques y avenidas principales, sin olvidar que también embellecen las casas. Simplemente, la Plaza de la Constitución está bellamente iluminada con miles de foquitos propios de la temporada. En comparación, en Japón esta festividad palidece. Sí hay juego de luces en torres, edificios y castillos, y árboles en centros comerciales, pero todo el significado que conlleva la Navidad es nula para los nipones, quitándole parte de su encanto.


¿Por qué? Durante el siglo XVI, misioneros cristianos provenientes de España, Portugal y Holanda llegaron a Japón con el fin de predicar su religión, sin mucho éxito. Al contrario de los pueblos americanos que sucumbieron ante la conquista espiritual ganada por los españoles al mezclar elementos cristianos con creencias prehispánicas, los japoneses eran renuentes hacia la predicación de los extranjeros que alababan a un ser supremo, por lo que evitaban tener mucho contacto con ellos fuera del factor del intercambio comercial.

Cuando los cristianos intentaron convertir al pueblo japonés al cristianismo, incitando a olvidar el budismo y sintoísmo, el gobierno de los Tokugawa estableció la prohibición de la práctica cristiana, lo cual conllevó que los misioneros extranjeros fueran perseguidos, torturados y asesinados imitando la muerte de Jesucristo, aquel a quien alababan. Uno de los misioneros más reconocidos fue el fraile franciscano novohispano Felipe de Jesús (que ahora puede decirse que es mexicano y ha sido santificado) quien fue martirizado en Nagasaki junto a otros veintiséis de su Orden. Un mural novohispano encontrado en la Catedral de Cuernavaca nos muestra la llegada de los misioneros, su persecución y su muerte crucificados. Los japoneses que se convirtieron practicaron en secreto el cristianismo, incluso se dice que algunos samuráis, como Date Masamune, eran afines a esta religión. En el castillo Himeji, en parte de su estructura, se pueden ver pequeños motivos de cruces, indicando que familiares del clan Honda eran también sus seguidores.

El gobierno de los Tokugawa permitió que algunos cristianos se establecieran en Nagasaki, siempre y cuando no se involucraran en asuntos políticos y sociales, Hoy en día, pueden verse varias iglesias de arquitectura modesta a lo largo de esta ciudad.

Esta actitud agresiva de Japón hacia el cristianismo fue brutal y ejemplar, puesto que mantuvieron sus raíces ideológicas sin que un grupo extranjero lograra imponerse a ellas. 

Con esta relación histórica, ¿cómo es que Japón "celebra" la Navidad? Su primer acercamiento fue a través de los estadounidenses que habían ocupado parte de la isla tras la Segunda Guerra Mundial, en especial en Okinawa, quienes la festejaban. Después, con la Globalización, los nipones aprendieron más sobre ella, pero dado que el budismo y sintoísmo son las principales filosofías que rigen cada aspecto en su vida, la Navidad no es vista como en el resto del mundo que es, en su mayoría, cristiana y católica. 

La Navidad en Japón es, en realidad, festejado al estilo del Día del Amor y la Amistad. Los novios lo toman como uno de los días más románticos del año, mientras que los amigos se reúnen en algún karaoke a divertirse. En pocas casas se ponen árboles de Navidad y luces, lo cual es más imitación a como se adorna en el Occidente, no tanto porque se crea en su significado. Más bien, es moda. 

Algo singular es que la gente acude mucho al KFC a comprar su comida, para compartir con amigos. Un día normal para unos, para otros es un día de romance y amistad. En México, se preparan cenas especiales para convivir junto con la familia y amigos, mientras que los niños esperan a romper la piñata y a abrir sus regalos.

Siempre ver las diferencias en cuanto a ciertas festividades, pese que lleven el mismo nombre o se celebren en la misma fecha, nos habla de la gran diversidad cultural e histórica que cada nación tiene, enriqueciendo lo que sabemos del mundo y de nosotros, los humanos.

@YukiVongola