viernes, 27 de septiembre de 2019

Ayotzinapa y el recordatorio de la impunidad

Cinco años han pasado desde la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, hecho que cimbró a toda la nación como hace casi 51 años lo hizo la matanza en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.

La reciente marcha (26 de septiembre), que recorrió las avenidas y calles más importantes de la Ciudad de México, tuvo como propósito el recordar a las autoridades que tras estos cinco años no se ha esclarecido este abominable caso, del cual es una maraña de ocultaciones y mentiras que continúan desde el sexenio pasado y que el presente, pese a sus promesas de dar con la, realmente, "verdad histórica" no ha hecho nada notable en resolverlo.

Durante la protesta se graffitearon edificios y se rompieron vidrios de establecimientos, lo cual no es aplausible, pero refleja lo harto que se tiene a la población con la corrupción y el que los políticos se "pasen la bolita" y no sepan nada. A veces alzar la voz no es suficiente y se llegan a este tipo de actos para que el gobierno preste atención, independientemente de la presencia de grupos de choque en las manifestaciones o si los anarquistas realmente lo son. 

Qué importan los destrozos en la ciudad cuando lo material puede repararse, pero las 43 vidas arrebatadas y la destrucción de sus familias jamás podrán hacerlo. 

¿A cuántas familias, cuántas vidas no han sido despojadas bajo el mando de la mano negra del gobierno?
 
Con la supuesta "transformación" que debería empezar a tener nuestro país, es lamentable que se siga evadiendo la responsabilidad del gobierno por indagar en el paradero de los estudiantes desaparecidos, así como otros que siguen estando impunes. Para los padres de estos jóvenes, imagínense el dolor de no saber dónde de encuentran, que pese sea un secreto a voces que ellos ya no se encuentran con vida, que sirva de un poco de consuelo que tengan en sus manos sus restos para poder llorarles. 

Para el resto de la población, en especial para los estudiantes y aquellos con memoria histórica, el caso Ayotzinapa es un hecho indignante y una extensión de la violencia, corrupción, opresión y autoritarismo que se vivió el 2 de octubre de 1968, suceso que aún tiene incógnitas. Ambos hechos relacionan al gobierno, al ejército y a la policía federal como los responsables directos, aunque puede que en el de los normalistas esté involucrado un cártel de drogas. Lo cierto es que nada está confirmado, pero el pueblo no es ingenuo.

Medios de comunicación, organizaciones y universidades de otros países, como la Universidad de Tokyo, tienen estudios sobre la investigación de los normalistas (desde el 2014 hasta la fecha), enfatizando la falta de interés del gobierno en ésta y la acción social por querer esclarecerla. Mientras, en México esperamos que se nos oiga, porque estamos hartos de la impunidad y la violencia que azota a nuestro país, la cual nos rebasa día con día. O la exposición del chino Ai Weiwei que todavía está en el MUAC (Museo Universitario de Arte Contemporáneo) en que dedica una parte importante para expresar con su arte las consecuencias que ha traído la desaparición de los 43 en la sociedad mexicana.

Esperemos a ver qué sucede y si en la próxima marcha en conmemoración del 2 de octubre ocurre algo que pueda abrir los ojos de quienes tienen el poder.

@YukiVongola

viernes, 13 de septiembre de 2019

La Independencia e identidad mexicana

México celebra 209 años de su Independencia, hecho histórico que marcó el fin del dominio español en la Nueva España, para pasar el poder a los criollos en la naciente nación que ahora conocemos como México. Para nuestro país, así como para otros 194, el ser independiente significa constituir un gobierno cuyos factores políticos, económicos y socioculturales sean afines a su sociedad en la búsqueda de una identidad propia.
 
El problema de la identidad es frecuente en países que fueron largamente dominados por otra civilización, y México no es la excepción. Muchos están resentidos con los españoles por haber matado y subyugado a las culturas prehispánicas, así como el daño a su patrimonio (templos, tradiciones, literatura oral), y que se apropiaron de todos los bienes que pudieron para enviarlos a España. Otros, repudian este acto, pero discriminan a los indígenas descendientes de aquellos que lograron salvarse hace unos siglos y que hoy en día son desalojados de sus terrenos.
Así que, ¿cómo responder cuando nos preguntan sobre la identidad nacional? Una amiga belga me contó que en su país es lo mismo, ya que estuvo sometido por Francia, los Países Bajos y Alemania, su cultura es una mezcla de todos ellos y son pocas las cosas que son originalmente belgas. Ella me dijo que no sabe bien qué es ser belga, salvo haber nacido ahí. 

Con esta interrogante regresamos al tema del día de la Independencia. Debido a la dominación, es muy celebrado cuando por fin una nación se vuelve "libre" del control de otro. Es la fiesta nacional, la fiesta patria que año con año nos recuerda lo autónomos que somos como Estado, aunque quizá en la práctica no lo seamos. Una celebración que colorea las calles del Centro Histórico y llena el alma de las personas con los olores y sabores de su comida típica.

Si nosotros festejamos esto, ¿habrá países que no lo hacen? Sí, Japón es uno de los pocos países que no saben lo que es el día de la Independencia, ya que, en primer lugar, al ser una isla, su acceso fue imposible un tiempo, y, segundo, fueron herméticos en cuanto permitir la intromisión de extranjeros en su sociedad y política. Por esa razón es que su identidad, lo "japonés", es algo que a ellos no les cuesta trabajo contestar, porque ésta se ha forjado a lo largo de los siglos. Ellos tienen el "Día de la Fundación Nacional", celebrado el 11 de febrero, fecha que según el libro Nihon shoki (Crónica de Japón), del 660 a.C, fue cuando se erigió la nación del Sol Naciente.
 
La diferencia, por tanto, entre lo que es ser ya un territorio independiente y ser otro que siempre se ha regido por un solo pueblo radica en que los segundos tienen claro su identidad, lo que los hace pertenecer a su país. En México, podríamos decir que los mayores rasgos de pertenencia son los símbolos patrios (bandera, escudo e himno), los cuales se crearon cuando el país ya era libre; el resto de características que tenemos pertenecen a las épocas de la Nueva España o del llamado México prehispánico, ambos mundos completamente distintos a lo que somos en la actualidad y, por lo mismo, sentimos ajenos a nosotros.

La independencia y la identidad van de la mano, por tanto, festejar una y renegar de la otra crea una contradicción en nosotros. Creo que alguna vez todos nos hemos sentido así. Esto no nos impide presumir ante otros que en México hay pirámides (porque muchos no lo creen, me tocó oír eso de varios amigos extranjeros que conocí en Japón), la ropa típica tan colorida y detallada que varía de región en región, que el Día de Muertos comparte algunos rasgos con el Obon japonés, o de decirles que los tacos que ellos comen (generalmente por la pobre imitación hecha por EU) no son en nada parecidos en sabor a los de aquí. Aquello nos enorgullece porque sabemos que México es tan diverso en tantos aspectos, uno de los países más ricos culturalmente.

Cuando todos logremos aceptar lo que se fue y lo que somos, diremos sin problemas qué es ser mexicano.

Que este año, que supuestamente es el inicio de una transformación de lo que México ha sido en las últimas décadas, sea para reflexionar sobre el pasado que cementó las bases de nuestro ahora tan malherido país, y para pensar sobre lo que sabemos de nuestro origen, de las falacias que se nos cuentan sobre nuestra historia y los personajes históricos, y de lo que sucede hoy en día para crearnos una conciencia crítica con la cual podamos decir sin reservas: "¡Viva México!"

Como dato curioso, les comparto esta imagen creada en el sitio "World Flags", el cual es un proyecto japonés en que las banderas de varios países aparecen en una forma antropomorfa basada en los samuráis, y se detalla la historia de cada país. Es muy interesante y México aparece.

@YukiVongola