lunes, 6 de abril de 2020

Contenido paranoico en la tv y el buen empleo del ocio


Ante la cuarentena implementada por el gobierno federal debido a la pandemia del Covid-19, muchas personas no saben qué hacer en sus casas ni con ellos mismos. El que no estemos en un confinamiento absoluto estricto, aunado al mal manejo de ciertas palabras por parte de los funcionarios, contribuye a que la gente sienta que sus vacaciones de Semana Santa serán más largas y las toman como tal: vacaciones. Y, claro, no faltan los comentarios de las personas sobre que morirán del aburrimiento.

 El entretenimiento inmediato es recurrir a la televisión, tanto pública como de paga, para distraer la mente de la situación actual, ¿realmente es así? Las películas que abundan en estos días son sobre pandemias o epidemias, algunas basadas en hechos reales, otras mezcladas con elementos fantásticos y, claro, aquellas con zombies.  

El bombardeo de estas temáticas puede ser entendido porque reflejan, en cierto modo, la realidad que está viviendo nuestro país, el mundo. Sin embargo, más que ayudar a que la gente en sus hogares se tome un respiro de las noticias agobiantes sobre el número de contagios y fallecidos, sólo promueve el estrés y paranoia de que mañana despertemos y vivamos dentro de un filme apocalíptico como nos son presentados en televisión y en los servicios de streaming.

Por el morbo y por el hecho de que no siempre tu vida coincide con un suceso de tal magnitud como una pandemia, es que todo este tipo de programas son repetidos, producidos y reproducidos una y otra vez, pero hay más material al cual acceder en estos días, no sólo la televisión.


Nuestros ancestros, durante epidemias o plagas, se encerraban en sus casas por semanas en lo que el peligro por el contagio pasara. Como había tanto tiempo libre, en especial los aristócratas, pasaban esos días distrayéndose a través de la literatura y de la cultura, alimentando su intelecto y aprendiendo de la vida mediante la contemplación y observación de su entorno.

En ese sentido se encuentra el origen de la palabra “ocio”, tan usada hoy en día y que es visto como algo negativo. Me parece que tener esos momentos para uno mismo son valiosos, sobre todo, cuando son maneras de descubrirse a uno mismo o cuando alguna actividad nutre nuestras mentes con reflexión o imaginación. Creo que mientras el ocio sea dirigido en ese sentido puede ser muy provechoso. 

Este histérico juego televisivo hace más daño, por lo que deberíamos parar un poco de ver ese contenido y enfocarnos en otros.


Sobre la paranoia que se vive actualmente, y creo que no es nada comparada con lo que podría ocurrir en México si los casos se disparan y la falta de insumos continúa siendo insuficiente, es inevitable no pensar en un anime que lleva esa palabra en su título: Paranoia Agent.

De la mente de Satoshi Kon, la historia se centra en las víctimas de un niño con un bate que golpea a las personas en las noches de Tokyo, dejándolos inconscientes o en coma, lo que provoca que ellos olviden aquellos problemas que los afligían en sus vidas profesionales  y personales.

Poco a poco, rumores sobre el chico del bate se expanden por la ciudad y los casos aumentan, por lo que se crea una paranoia e histeria colectiva que no perdona a mendigos, ricos, ancianos o jóvenes. 

Un thriller psicológico con una fuga psicogénica, como diría David Lynch, y de la cual hay influencia en las obras de Kon, que transmite ese sentimiento de ser acechado, de no saber qué pensar sobre ti y tus acciones que, a su vez, son proyectadas hacia otras personas.

Ahora bien, otro tema que está siendo muy explotado en las noticias es sobre nuestra relación actual con otros seres que viven en la Tierra. Ha sido notorio cómo la Madre Naturaleza respira mejor y se rejuvenece ahora que las actividades humanas han parado.

Aunque lo anterior es cierto y la idea de que nosotros somos el virus que daña al planeta, también es que esa manera de pensar contribuye a que seamos indiferentes ante las muertes y desgracias de otros, a que se normalice más de lo que ya está, como en México estamos acostumbrados a las noticias de asesinatos y ya nada pareciera sorprendernos.

La reducción de la población por un bien mayor es, además, parte de la agenda del Nuevo Orden Mundial. Quizá suene mucho a teorías locas de la conspiración, pero qué mejor que un genocidio realizado por un virus, del cual aún no sabe su origen desde su aparición en diciembre del 2019 en Wuhan, para bajar la tasa de humanos en el mundo y poder controlarlos mejor. Digo, Thanos, el villano central de las películas de Los Vengadores, está creado bajo este pensamiento.


Quizá con un giro diferente pero con una idea semejante, se encuentra Somali to Mori no Kami-sama (Somali y el Dios del bosque), que nos retrata un mundo en que los humanos son escasos en el planeta, debido a que en un momento de la historia, las personas conocieron a otros seres, los cuales eran de distintas razas y con diferentes formas. 

El prejuicio y el odio hacia los llamados “Grotescos” los llevó a una guerra entre razas, siendo los humanos los únicos en perder al ser cazados, comidos y ahora en peligro de extinción. Somali es una niña humana que, mientras vagan por el bosque, se encuentra con un Gólem, quien es el guardián del bosque. Él decide encontrar a otros como ella para que esté segura en un mundo en que las personas han perdido su derecho a vivir.

A lo largo de su camino descubrirán que ser tan opuestos no impide que ambos personajes formen lazos fraternales, el cual es el tema central de esta tierna historia en sí, no tanto el genocidio.


Dorohedoro es otra obra con la idea de este conflicto: los hechiceros usan de conejillos de Indias a aquellos que no pueden usar magia, y entre ellos se encuentra el protagonista, a quien le transforman el rostro en el de un caimán. 

El ahora conocido como Kaiman buscará al culpable de tal acto, guiado por un hombre que vive dentro de su boca. Un anime de comedia y gore muy hilarante y con una animación un tanto diferente, que es parte de sus puntos fuertes.


Por último, esta serie estrenada en Japón el 5 de abril apelará seguramente al factor nostalgia y hará que los fans quieran estar en cuarentena por un tiempo más para disfrutarlo en lo que acaba su transmisión: Digimon Adventure.

Éste será un reboot de la obra original de 1999, y que se ubicará en el año 2020. Al ser un reinicio, veremos situaciones muy diferentes a las que vimos hace 21 años en la televisión abierta.

La franquicia de Digimon nos sorprendió con la madurez y manejo de la psique de los personajes en Tri y Last Evolution Kizuna, ésta última que se estrenó en cines japoneses el 21 de febrero de este año.

Espero que sobrevivamos al coronavirus para ver esta nueva reinterpretación de una de las franquicias más queridas por los otaku mexicanos.

Aprovechemos esta supuesta cuarentena para ponernos al día con mangas y animes que nos hagan reflexionar sobre el papel del ser humano en su núcleo familiar, en su sociedad, como raza, y relajémonos y divirtámonos con una buena historia.
@YukiVongola