jueves, 30 de diciembre de 2021

Adiós al 2021; estrenos y despedidas del manga/anime para 2022

Otro año de la era pandémica acabó. El recuento del 2021 nos deja con un sabor agridulce de las vidas y cosas que se perdieron. Por otro lado, algún rayo de alegría nos invadió momentáneamente. El manga y el anime no fueron la excepción, y el Covid-19 complicó el trabajo en los estudios de animación, los recursos disminuyeron y series fueron aplazadas para su estreno. Y, como sucede en estos dos años, hubo quien falleció por esta enfermedad.

La muerte azotó el mundo del doblaje mexicano, con grandes e inolvidables voces que formaron parte de nuestra infancia, tales como el cantante de temas de anime y caricaturas Ricardo Silva; Diana Pérez, conocida por su papel de Jesse del Equipo Rocket de Pokémon, el cual interpretó desde los inicios de la serie; Tony Rodríguez, que interpretó a Misato Katsuragi de Neon Genesis Evangelion; Abel Rocha, la inconfundible voz de Shen Long en Dragon Ball; al legendario narrador de los Caballeros del Zodiaco, Raúl Espinosa de la Fuente; o la más reciente, Herman López, quien dio vida a Elmer Gruñón de los Looney Tunes.

 

Mientras esto ocurrió en nuestro país, el gran mangaka Kentaro Miura, autor de Berserk, falleció. Su obra, con influencias artísticas y de pensamiento medievales, budistas, shintoístas, nórdicos, cristianos y ocultistas, fue una gran inspiración para otros jóvenes que siguieron sus pasos en manga o en videojuegos. El tomo 41 de esta historia, creada en 1989, se publicó el pasado 24 de diciembre, con un final inconcluso. Aún es incierto si los asistentes de Miura continuarán su legado o se acabará con este volumen.

 

El final más esperado de un manga fue Shingeki no Kyojin, que dejó un sabor algo amargo con decisiones lógicas, otras no tanto, que, al menos en mi caso, me hizo pensar que tanta tragedia sólo dejó las cosas para peor. Sólo esperemos que su creador, Hajime Isayama, no continúe la historia con algo como similar a lo que es Boruto.

Por otro lado, en cuanto al anime se refiere, tuvimos un muy buen año con Fumetsu no Anata e, una trama sobre el valor de la vida con un protagonista inmortal que intenta comprender el mundo, y que en 2022 se esperan nuevos episodios; la temporada final de Fruits Basket, que tradujo con éxito los sentimientos de este manga romántico con tintes de drama; Moriarty the Patriot, que sigue al gran rival de Sherlock Holmes bajo otra perspectiva; o las animaciones de estudio Mappa, Re-main y Takt: Op. Destiny; y la sorpresa que resultó ser Tokyo Revengers, original de Ken Wakui, que trata de pandilleros y viajes en el tiempo, y decir eso es muy somero con toda la intensidad que posee la obra.


Sobre Tokyo Revengers, se anunció el final del manga en 2022, por lo que actualmente la historia se encuentra en su último arco argumental; y en este nuevo año contará con una segunda temporada animada. Otra popular obra, Boku no Hero Academia está también en su etapa cumbre, por lo que se espera que acabe en 2022. 

En cuanto al anime por estrenarse, los más esperados, cuyos manga son un éxito, se encuentran Chainsaw Man, Spy x Family, Hell´s Paradise, y la adaptación de una mejores obras de terror, Uzumaki, de Junji Ito; así como la tercera temporada de Dr. Stone. Por otro lado, tenemos el retorno de unas leyendas: Bleach renace con la animación del último arco, La Guerra Sangrienta de los Mil Años, después de que hace unos meses tuviéramos un capítulo nuevo del manga; y un anuncio que nadie se esperaba, Rurouni Kenshin, conocido en México como Samurái X, vuelve, aunque aún no hay detalles sobre si será un remake o continuación de la historia de Nobuhiro Watsuki. 

Sobre la industria de las películas animadas, gran parte de que en Japón se salvara en 2021 fue gracias al éxito en taquillas de Kimetsu no Yaiba: Mugen ressha, de Gintama The Final y, en los últimos días de diciembre, Jujutsu Kaisen 0. 

En 2022, seguro la más esperada por los de la vieja escuela es Dragon Ball Super:  Super Heroes, que parece regresar a los orígenes de los villanos de la primera serie, la Patrulla Roja, y promete mostrarnos a un Gohan como no lo habíamos visto en un rato. Así como el resto de sus recientes cintas, seguro la podremos ver en cines mexicanos. Tendremos también nueva película de One Piece, llamada Film Red. Además, la de Slam Dunk, cuya adaptación fue trasmitida en nuestro país, de la cual no hay muchos detalles, pero parece que abarcará el torneo nacional de basket, que es el último arco de la trama.

Aprovechemos nuestro nuevo año de vida para disfrutar las opciones para leer y ver en este 2022.

@YukiVongola

viernes, 29 de octubre de 2021

Regresan los conciertos japoneses: "Fusión de ritmos de Okinawa y México"

El deleite de escuchar en vivo música japonesa regresa a México, y qué mejor que volver con un espectáculo que combina las melodías de la tierra tropical nipona de Okinawa con el ritmo mexicano de la percusión: "Fusión de ritmos de Okinawa y México". Takashi Hirayasu y Armando Montiel fueron las estrellas que el miércoles 27 de octubre iniciaron su viaje musical en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en el Centro Histórico capitalino, con destino al Festival Internacional Cervantino de Guanajuato.

Las melodías se basaron en el shashin, un instrumento originario de esta prefectura japonesa (su nombre significa "tres cuerdas" y está cubierto de piel de serpiente), en todo un conjunto percusionista y en la voz grave de Hirayasu, que me recordó a las voces potentes de los monjes budistas. Entre las canciones se pudieron escuchar "Oodori shisa", que hace referencia al baile en honor a las deidades del perro-león (shisa), pertenecientes a litología okinawense, cuyas estatuas son colocadas en las entradas de diversas edificaciones como una protección ante los espíritus malignos; o "Umi no chinboura", que hace referencia a un caracol puntiagudo de mar.

Hirayasu comentó que desde hace dos años quería venir a México a dar un concierto con su grupo, pero debido a la pandemia de Covid-19 esto tuvo que aplazarse, y el tema musical que tenía pensado también cambió. Curiosamente, a pesar de que Montiel ha estado en Japón debido a su participación en eventos musicales, no conoció a Hirayasu allí, sino aquí, en nuestro país. Fue el japonés quien propuso este trabajo único.

Montiel, por su parte, es uno de los íconos de percusionismo a nivel nacional. Ha colaborado con intérpretes de la talla de Armando Manzanero, La Maldita Vecindad, José José, Enanitos Verdes, entre otros, y, así como en Japón, ha ido a otras partes del mundo para impresionar con su estilo que combina jazz con música afroantillana, folclórica, rock, experimental y música popular mexicana.

Ambos tienen un gran y largo camino recorrido en la escena musical. Hirayasu, con 50 años de carrera, fue pionero al combinar las "shima uta", melodías típicas de Okinawa, con el rock. Eso lo llevó a formar su grupo Champloose, que combinaba otros géneros como el reggae, blues, jazz, R&B y canciones indígenas de Taiwán, blues africano y caribeño, lo que convirtió a la banda en un referente en este estilo nuevo que refrescaba la música folklórica y el rock japonés. 

Este mix de ritmo se sintió con otras canciones como "Daisanaja"; "Asadoya yunta", melodía antigua que se ha transmitido en la isla Taketomi; "sasa bushi"; "acchame ko & toshin dooi", que se combina con el "kachashi", un baile típico en la interpretación de canciones populares de Okinawa de ritmo rápido, que consiste en tener las manos levantadas por encima de la cabeza y balancearse de lado a lado mientras se giran las muñecas. En esta melodía, muy movida y que daba la impresión de estar en un festival, un señor japonés, que estaba en la primera fila, se paró y comenzó a realizar los movimientos al son de la música, lo que animó al resto del público a levantarse e intentar imitarlos.

 

Todas estas canciones contienen un gran sentido de gratitud, respeto y veneración a la naturaleza, al sol, a la luna, lo cual se expresaba con los gestos que el cantante realizaba, ya que, al ser melodías populares, por lo general están acompañadas de bailes particulares. Ese sentimiento hacia lo que nos rodea, dicho por Hirayasu, está muy arraigado en la cultura y vida diaria de los okinawenses.

La melodía"Sokkyō sesshon - Jazz Latino" ("Sesión de improvisación"), a palabras de Armando Montiel, fue un experimento que Hirayasu le pidió al combinar ritmos mexicanos, al estilo del son, con una pieza original del japonés. El resultado, una bomba musical que explotó en todo el recinto, seguido de la melodía final "Mirokubushi"

Ante un inusual concierto, el público pidió una canción más. Para sorpresa de todos, ambos músicos regresaron con una sorpresa: un cover de "Stand by me", original de Ben E. King, pero con este ritmo okinawense y mexicano. Esta interpretación dejó claro el pasado rockero de Hirayasu, quien hace años colaboró ​​con el guitarrista estadounidense Bob Brozman, y cuyo trabajo conjunto resultó en tres discos y giras mundiales. 


Que el recinto tuviera el 75% de aforo no impidió que el público, tanto mexicanos como japoneses, bailaran y se mantuviera un ambiente festivo durante toda la presentación, y qué decir de la bulla musical que sólo dos hombres lograron. A pesar de las diferencias lingüísticas, lograron juntar ritmos tan diferentes y parecidos a la vez en canciones que impresionaron a los asistentes.

El dueto se presentará este 29 de octubre en la explanada principal de Irapuato a las 19 horas, con entrada libre. En el Festival Cervantino, al ser al aire libre y al televisarse en algunos canales, seguro habrá más personas que puedan disfrutar de esta fusión musical que se llevará a cabo el sábado 30 de octubre a las 12 horas. Esperemos que la Fundación de Japón en México traiga más espectáculos como éste que nos hagan sentir así de cercanos con la verdadera cultura nipona y nos haga recordar parte de la nuestra. 

@YukiVongola

jueves, 21 de octubre de 2021

Vikingos: el "descubrimiento" de América y sus crónicas guerreras en Vinland Saga

Justo en el mes de octubre en que se conmemora el Día de la Raza, que cambió de nombre al Día de la Resistencia Indígena, debido a que ahora se enfatiza la lucha de los pueblos nativos ante el invasor y no se celebra la conquista de una cultura sobre otra, nuevos estudios confirmaron que fue en el año 1021 cuando los vikingos llegaron al continente americano. Cruzaron el océano Atlántico y se instalaron en un sitio conocido como L'Anse aux Meadows en la península norte de Terranova, una isla canadiense que este pueblo guerrero denominó Vinland, que significa "Tierra de viñas", nombre relacionado a lo fértil de la tierra.

Si bien, ya se sabía que los vikingos habían llegado a América mucho tiempo antes que Américo Vespucio y Cristóbal Colón, la investigación por datación de radiocarbono sobre los artefactos de madera hallados en el lugar confirmó el año de su asentamiento en este lado del mundo. Ya que también hay registro de herramientas de hierro, no hay duda del origen de lo encontrado, debido a los nativos americanos canadienses no lo usaban. 

Conocidos por ser guerreros feroces y violentos, arribaron a Vinland liderados por el explorador islandés Leif Erikson, hijo de Erik "el Rojo", quien, a su vez, descubrió Groenlandia. Su primera comunidad, Leifbundir, la actual L’Anse aux Meadows, fue el primer asentamiento europeo en Occidente.

Los vikingos tuvieron relación con los nativos y hubo intercambio cultural. Aunque hay registros de lucha entre ambos, la razón por la que los vikingos no permanecieron fue por el clima, no tanto por problemas bélicos. Estudios sugieren que en siglo XII, el Atlántico se volvió demasiado frío, fenómeno denominado como la Pequeña Edad del Hielo. Para el siglo XIV, los fríos azotaron a la tierra fértil e impidió los viajes de exploración hacia el resto de América. Algunos regresaron a Groenlandia e Islandia, y volvieron ocasionalmente a Vinland cuando el verano se los permitía, sólo para abastecerse de madera y hierro.

En el manga/anime Vinland Saga se nos muestra una comunidad vikinga asentada en Islandia. Leif Erikson, quien aparece en esta obra, le cuenta a los niños sus aventuras y cómo en un viaje llegó a un territorio desconocido en el que el crudo invierno no existe, refiriéndose a Vinland, una zona considerada como la "Tierra Prometida".

La obra se basa en la literatura épica medieval islandesa conocida como Sagas de Vinlandia, enfocadas en las historias de los guerreros asentados en Groenlandia y en Erik "el Rojo". Ambas narran y describen sus expediciones en América. Aparte de fundamentarse en estas fuentes literarias, el manga de Makoto Yukimura toma partes de la épica noruega Flateyjarbók, escrita en 1387, que contiene un compilado de sagas dedicadas en su mayoría a los reyes nórdicos, además de hechos históricos.

En Vinland Saga, la muerte, la venganza y el odio llevan a un niño islandés, Thorfinn, a involucrarse con los vikingos y con el rey Canute "el Grande", en un contexto político complicado en la región oriental y central de Europa, llena de guerras por el poder. En los últimos capítulos del manga (aquí viene un spoiler), la travesía llegó por fin a Canadá, y vemos a los personajes interactuar con las culturas que ya se encontraban ahí. Puede que en algún momento los veamos en un nuevo viaje que los lleve a México, tal como una teoría, aunque no tan sólida, que indica que visitaron la zona maya. 

Imaginen qué habría ocurrido con América y del rumbo de nuestra historia y cultura, si los vikingos hubieran superado las inclemencias del tiempo. La Historia se reescribe con cada hallazgo y nos hace reflexionar sobre el pasado y presente de nuestra existencia.

@YukiVongola