martes, 25 de junio de 2019

Sarazanmai: kappas, traseros y el poder de estar conectados con otros

Los japoneses suelen tomar las ideas más surrealistas y absurdas de su folklore para crear un anime o un manga, pero lo mejor de todo es cómo logran con premisas aparentemente ridículas una profundidad psicológica de los personajes y tratan temas delicados que nos ponen a reflexionar sobre nuestra vida y uno de los mayores temores del hombre: la soledad.

 
Imaginen la trama del anime Sarazanmai: un trío de chicos de secundaria viven su vida relativamente normal hasta que un día, por accidente, rompen una estatua de un kappa que se encuentra en el barrio tokiota de Asakusa. Los kappa son seres que habitan dentro de cuerpos acuosos que se asemejan a tortugas antropomorfas, pertenecen al folklore japonés, y su papel llega a ser tan opuesto como un malhechor que puede ahogar a sus víctimas y comer niños hasta ayudar a los humanos con sus místicos poderes, como la curación. Ojo con lo de "comer niños". Debido a la percepción que se tiene de los kappa, son respetados en varios templos sintoístas.

Cuando los jóvenes destruyen el monumento, son transformados en kappa por el guardián del lugar, llamado Keppi. Éste le ordena a los niños que cada vez que aparezcan por la ciudad kappa zombies, o sea personas que se han dejado llevar por sus bajos instintos del deseo, ellos adoptarán su nueva forma para pelear contra esos seres y mantener el orden en la ciudad.

El trío deberá unirse como uno al realizar una especie de ritual llamado sarazanmai, con el cual tendrán que extraerle al kappa zombie su shirikodama, un tipo de energía que se encuentra dentro del trasero en el cual reside el deseo, para que el monstruo vuelva a ser humano. Una vez Keppi se la coma, aparecerá un plato de los deseos y, si se juntan cinco de ellos, se podrá pedir cualquier petición. Los platos, dentro de la mitología de estas criaturas, sirven para tapar sus cabezas, las cuales tienen una cavidad llena de agua, misma en donde residen sus poderes, y si alguna vez toda el agua se les cae, morirán.

Ya con esto suena que es una historia absurda y rara, en especial por todo el ritual de convertirse en kappa y la cuestión de esa bola de energía que, en el folklore, se dice que su sabor supera al de la carne de infantes. Por tanto, si ligamos todos estos datos, resulta algo perturbador todo este asunto de los kappa y de los niños.

Sin embargo, este sin sentido empieza a cobrarlo cuando nos enteramos a través de los secretos que los adolescentes comparten al  realizar el sarazanmai: sus vidas están llenas de sentir miedo de estar solos, de rencor hacia ellos mismos, de egoísmo por sólo querer que su persona amada los vea, de sufrimiento por estar o sentirse separados de otros, razones que, por una u otra cuestión, no les permite estar conectados con sus seres queridos tal como ellos quisieran. Así llegamos al tema central de Sarazanmai: las conexiones.

Tanto los chicos como una pareja de policías, que desde el inicio se observa que tienen una relación amorosa y están del bando enemigo que lidera una nutria que se la pasa diciendo "mentira", luchan por conseguir sus deseos, los cuales se resumen en querer conservar una conexión inquebrantable con otras personas.

No importa qué tan lejos estés, o si no te sabes expresar, o si no puedes perdonar o crees que puedas traicionar a tus seres queridos, o si eres del tipo que no se rinde o si no puedes encontrarte a ti mismo, lo que todos desean es estar conectado con un lugar, con un objeto, con una persona, con un sentimiento, con algo que atestigüe que nuestra vida ha tenido un poco de impacto y memoria en otros. 

La manera en que se mezcla algo tan antiguo, como lo es la criatura kappa y sus connotaciones, y sirva de inusual pretexto para introducir personajes y temas importantes que rondan las cabezas de los jóvenes en la actualidad, tales como la identidad, la amistad, la familia, el amor, la violencia y temas de droga, la soledad, la muerte, la homosexualidad, el miedo al fracaso, entre otros, es algo que sólo ellos saben hacer para producir una obra fresca y profunda de la cual podamos aprender algo más sobre el mundo que nos rodea y sobre nosotros mismos.

La animación oscila entre surrealista y realista, lo que genera efectos risibles, irónicos y cautivadores, mismo contraste que realza la belleza de la fragilidad de nuestras relaciones con otros. Es mediante esas escenas en que la realidad y un mundo colorido y fantástico se entrelazan, cuando literalmente nos adentramos en la psique de los personajes y observamos cómo cada uno de ellos, siempre tras una sonrisa fingida o una actitud aparentemente rebelde, intentan afrontar sus temores.

El factor simbólico y mágico de los kappa libera a los protagonistas para que puedan ser honestos con ellos mismos. Lo realista, por otro lado, lo apreciamos en los paisajes de Asakusa mostrados como fotografías (tal como se ve en el ending), dándonos un bello recorrido turístico por ese barrio de Tokyo.

Uno de los mejores anime de la temporada de primavera de 2019 (abril-junio) por ser más de lo que podría haberse esperado (al mirar el primer capítulo me quedé con expresión de "¿qué rayos acabo de ver?") y con una evolución tal de los personajes que nos deja reflexionar sobre la idea de que las conexiones que tengamos con el mundo pueden cortarse en cualquier momento, sea por circunstancias ajenas o no, y que por ello se debe luchar por conservarlas lo más que se pueda, porque la vida da muchas vueltas y, pese el resultado final, siempre, siempre, tendremos una conexión que dé sentido, al menos, un momento de nuestra efímera existencia.

 Les comparto el opening y ending de Sarazanmai:

@YukiVongola

miércoles, 12 de junio de 2019

Godzilla y el inicio del monstruoverso cinematográfico occidental

En esta era de multiversos y crossovers épicos, donde personajes de distintos mundos convergen en una sola saga para salvar a la humanidad, emerge de las profundidades de la Tierra el kaiju más famoso de la cultura pop, un tal Gojira, llamado normalmente Godzilla en Japón, y ocasionalmente confundido en Estados Unidos con otro kaiju de apariencia similar llamada Zilla, protagonista de todas las películas occidentales.

La secuela de Godzilla, subtitulada Rey de los monstruos (basada en la cinta de 1954), intenta captar la atención para abrir el monstruoverso, que inició con King Kong: La isla Calavera (2017), donde Zilla es el personaje principal y enfrenta a los antagonistas de la filmografía japonesa de Godzilla. 
 

La primer película de Godzilla fue estrenada en el país del Sol naciente en 1954, a manos del estudio Toho, con una calidad de efectos especiales que actualmente es cómico, fue uno de los mayores éxitos cinematográficos de su región, al grado de ser considerado un ciudadano japonés, vigilar la ciudad de Tokio desde la cima de los Cinemas Toho.

Si bien, su origen varía en cada entrega, la mayoría coincide en que su enorme tamaño y poderes extraordinarios fueron el resultado de la radiación nuclear provocada por las pruebas realizadas en la isla nipona de Odo y las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos al término de la Segunda Guerra Mundial.

Godzilla, como lo pinta la versión del 98 que ataca Nueva York, es una iguana que mutó a raíz de las pruebas nucleares lanzadas en la Polinesia Francesa, cuando en realidad pertenece a la especie jurásica Godzillasaurus, que habitaba en la isla Odo. Sus inicios cambiaron nuevamente en Godzilla (2014), con la idea de que es una criatura que vivió hace millones de años, mucho antes que los dinosaurios, y que la enorme cantidad de radiación de la Tierra causó su crecimiento y le dio poderes. 

Un dato que a los japoneses no les agradó en la cinta del 98 fue su origen, puesto que Godzilla siempre ha sido una alegoría del ataque atómico sufrido en Hiroshima y Nagasaki.

Para evitar relacionar al kaiju de las producciones estadounidenses con el Godzilla japonés, el estudio Toho explicó en Godzilla: Final Wars que el monstruo que atacó Nueva York no era Godzilla, sino un kaiju parecido a él, al cual le denominan Zilla. Por tanto, se alude a que el Godzillasaurus protagonista de las películas estadounidenses no es el Gojira original. De esta manera, el estudio Toho le regresó el honor a su personaje.

Sobre Rey de los monstruos, el pretexto para verla es sólo por la pelea de los cuatro kaiju mientras destruyen todo a su paso, escenas en las que se observan errores de continuidad.

Lástima de los actores principales que ni por la experiencia fílmica salvaron la esencia de la historia; sólo vimos a una Millie Bobby Brown interpretando a una débil versión de su personaje de Stranger Things, Eleven, pero con cabello largo y sin poderes; la vidente Lorraine Warren del universo del Conjuro, protagonizada por Vera Farmiga, quien compró la ideología de Thanos y  busca equilibrar el mundo, sin importar si mueren unas cuantas millones de personas; y Kyle Chandler, quien saliera en King Kong de Peter Jackson, y cumple el papel del humano que odia a Godzilla y lo ve como enemigo.

Lo curioso es que Rey de los monstruos ha sido la única película de Estados Unidos en retomar el tema clásico de Godzilla del año 1954.
Como parte del monstruoverso, se retomó el origen de King Ghidorah, un extraterrestre que amenaza la Tierra, el mayor enemigo que ha enfrentado Godzilla a lo largo de 32 filmes japoneses. De igual manera, se explica cómo es que estas criaturas sobrevivieron con el paso de los siglos: la hibernación en que se encontraron tras bajar los índices de radiación en la Tierra los protegió del cambio entre eras.

Ésta es una aportación interesante al universo fílmico de Godzilla, puesto que en las cintas niponas no se esclarece el por qué aparecen los kaiju. Quizá se sobreentiende su presencia en Japón por la influencia del sintoísmo y el folklore, por ello sus habitantes creen en seres de este tipo y no necesitan mayores explicaciones.

Otro cambio dentro del canon en Rey de los monstruos es el comportamiento de Godzilla, quien  en las entregas japonesas protege Japón, a pesar de odiar a la humanidad por su contínua destrucción del planeta. La visión, en cambio, de las películas occidentales es de un gran monstruo que sólo destruye las ciudades, y que parece estar del bando humano.
Sobre Rey de los monstruos, vuelvo a la idea de que sólo por el interés de ver a un dinosaurio gigante pelear contra un dragón de tres cabezas es que tendrá más popularidad. Ahora, la siguiente apuesta es que luche contra King Kong, de nuevo, recordando que en 1962 tuvieron su primer round, llevándose, por muy poco, la victoria el gorila gigante.

Si me preguntan sobre cuál de las cintas estadounidenses es mejor, me quedo con la de 1998, pese al cambio en la historia de Godzilla. Es coherente y las escenas de acción no cansan, a diferencia de la de 2014 que es tediosa y los humanos sólo persiguen a los kaiju

Les recomiendo la última cinta realizada por japoneses, Shin Godzilla (2016), dirigida por la mente detrás del anime y manga de culto Neon Genesis Evangelion, este largometraje me causó incomodidad y miedo con las transformaciones que sufre. Esto implica una nueva propuesta en la saga: la evolución. Se presenta, además, un nuevo inicio para Godzilla, que a su vez regresa a su papel aterrador, como en sus inicios, donde los japoneses huían asustados.

Otras son la trilogía animada, con Gen Urobochi como guionista, otro genio del manga y anime, Godzilla: Planeta de monstruos, Ciudad al filo de la batalla y El devorador de planetas cuentan la historia de un grupo de humanos sobrevivientes al exterminio causado por Godzilla, quienes se ven obligados a cambiar de planeta. Años después, unos cuantos regresan a la Tierra sólo para observar asombrados cómo el ecosistema ha cambiado y que, aparte de Godzilla, hay otros kaiju dominando su antiguo hogar.
 
Para terminar, el por qué se creó y el por qué del actuar de Godzilla son parte de la ideología, folklore e historia japonesa, King Ghidorah puede ser analizado como una analogía de los estadounidenses, que crearon un arma "extraterrestre" para atacar Japón. Quizá por eso es que las tres películas occidentales no han gustado en Oriente porque Estados Unidos se deslinda de la responsabilidad de crear a Godzilla, tanto en ficción (los filmes) como en la realidad (la alegoría).

 Bienvenidos al monstruoverso, y ¡larga vida al rey de los monstruos!
@YukiVongola