sábado, 30 de agosto de 2025

Hyde revive su leyenda entre rock y nostalgia en la CDMX

Una de las leyendas japonesas del jrock, Hyde, regresó tras casi nueve años a la Ciudad de México con un concierto que electrizó a su público. Apoyándose en la propuesta más rockera y metalera de su último álbum en solitario, y sorprendiendo con joyas de antaño de sus agrupaciones L'Arc-en-Ciel y Vamps, el artista elevó este evento a la categoría de uno de los mejores que ha ofrecido en el país, tanto por su impecable producción como por la ola de nostalgia que provocó.


México tuvo el honor de ser la primera parada del tour mundial "HYDE [INSIDE]" de Hideto Takarai. La devoción de sus fans, muchos de los cuales lo han seguido desde los inicios de L'Arc-en-Ciel, en 1991, y luego con Vamps, en 2008, se hizo palpable desde dos horas antes del show, vitoreando su nombre en la atmósfera cargada de expectación del Circo Volador.

El escenario, una réplica exacta del usado en Japón, estaba dominado por una imponente cruz con una serpiente enroscada, un símbolo que habla de inmortalidad y regeneración, un mensaje perfecto para este artista de 56 años que constantemente se reinventa. En el centro, una escalera que semejaba una lápida funeraria fue el lugar de donde, minutos después de las 8 de la noche, emergió el cantante con una potente interpretación de "Let it out", acompañado de sus cinco músicos, cuyos inquietantes antifaces con luces LED en los ojos creaban una atmósfera siniestra y misteriosa.

La euforia no dejó de crecer con temas como "After Light"; el visceral "Defeat" (banda sonora de Devil May Cry 5); el oscuro mantra de "Devil Side" (de su época en Vamps); "Take them down"; y la emotiva "On my own" (ending del anime Mars Red). La fuerza vocal de Hyde, inalterablemente poderosa, y su energía frenética conquistaron el escenario por completo.


Con la balada "Tokoshie", la magia se intensificó. El canto al unísono de miles de voces y la aproximación de Hyde hacia el público de las primeras filas convirtieron la pieza en un momento íntimo y colectivo. Acto seguido, descargó toda su furia con un cover impecable y potente de "Faint", original de Linkin Park, que hizo temblar el recinto.

Con la caída de la noche, llegaron los acordes más ásperos y metaleros de su más reciente álbum, “Inside” (2024). Los temas "6or9", "MadQualia", "Social Virus", "Midnight Celebration II" y "Last Song" sonaron con una intensidad cruda, demostrando la evolución del artista hacia territorios del rock pesado.

Pero entonces, ocurrieron dos momentos que dejaron atónitos a todos. Durante "Pandora", Hyde apareció de repente en el pasillo central que dividía al público. Con una pistola de agua, roció a la multitud que enloqueció al verlo a escasos centímetros. En dos ocasiones, fue cargado en hombros por su staff mientras cantaba inmerso en un mar de fans eufóricos, en una conexión tan visceral como inesperada.



Al regresar al escenario, entregó el regalo más dulce: "Honey", la emblemática canción de L'Arc-en-Ciel lanzada en 1998. Fue la maravilla de la velada, una puerta directa al pasado que provocó lágrimas y éxtasis entre sus seguidores más antiguos, quienes nunca imaginaron presenciar en vivo un tema de una de las bandas japonesas que acercó a muchos extranjeros al rock nipón.

Tras esta descarga emocional y un breve intervalo con solos instrumentales, Hyde cerró la velada con tres piezas finales arrolladoras: "Mugen" (opening de Kimetsu no Yaiba: Hashira Training Arc), "Glamorous Sky" y el himno por excelencia de Vamps, "Sex Blood Rock n' Roll". La noche culminó en un clímax de puro rock pesado enmarcado por la voz grave y penetrante de Hyde.


Más que un simple concierto, fue una celebración que recorrió más de 30 años de una carrera legendaria. Hyde no solo demostró una vitalidad en escena que desafía el tiempo, sino que tejió un puente sonoro entre su pasado y su presente más oscuro, entre la melancolía de L'Arc-en-Ciel y la energía vampírica de Vamps con la crudeza de su trabajo musical como solista. Fue una reafirmación de su inmortalidad artística en la que probó que su leyenda, lejos de apagarse, sigue rockeando con más fuerza que nunca. 

@YukiVongola

No hay comentarios.:

Publicar un comentario