El veinticinco de julio se estrenó, en cines seleccionados, la nueva película animada del caballero de Ciudad Gótica, basada en la novela gráfica que da nombre a la cinta: The killing joke, la cual es conocida por los fans por su violencia gráfica y el trato más psicológico de la pareja Batman-Joker; además, este cómic abre nuevas etapas para el personaje de Barbara Gordon alias Batgirl.
Esto es cómic, ya sé, pero primero hablaré sobre la película y después lo ligaré con el mundo del manga con la obra The third mask, de Katsuhiro Otomo, en que recrea el aspecto psicológico de Batman.
The killing joke es considerado como uno de los mejores cómics de Batman, porque nos acerca más a la relación extraña que mantienen el justiciero y el Joker, a la vez que vemos flashbacks de éste antes de que se convirtiera en criminal.
Como personajes centrales tenemos a Batman, el Guasón, el comisionado James Gordon, y su hija Bárbara, quien colabora con el caballero de Gótica bajo el nombre de Batichica. En la película vemos, primero, la relación que mantienen ambos vigilantes nocturnos, llegando a ser más que sólo de maestro-estudiante.
El otro eje en la historia es, como comenté antes, la relación hasta simbiótica que mantienen Batman y Joker, en que saben que, eventualmente, uno matará al otro y que no saben por qué ambos se odian de esa manera.
El último punto importante es el tema de la locura, en que el Joker asegura, con su propia experiencia, que un mal día en la vida de una persona común puede cambiar todo y llevar la razón y el buen juicio al borde de la locura; además de juzgar lo que es el bien y el mal y cómo éste es castigado por la ley que no siempre es protectora de lo que debería ser. Relacionado a su pensamiento es que él intenta demostrárselo a Batman al llevar a Gordon al abismo psicológico, mediante tortura, incluida la que sufre Bárbara al ser atacada de gravedad por el Guasón.
Tanto la película como el cómic contienen escenas gráficas de violencia y masoquismo, los cuales remarcan más el punto que el Joker quiere demostrar. Por esto es que la cinta está clasificada para mayores de edad.
El final es lo mejor: hay una especie de entendimiento entre Batman y el Guasón, ya que las palabras de éste sobre que un mal día puede cambiar todo, no eran completamente erróneas, sólo que depende lo que se haga al día siguiente para enmendar lo sucedido: uno toma un camino, mientras el otro va por otro, pero, sin importar adónde se vaya, esa sombra del pasado siempre estará ahí.
El Joker le cuenta un chiste a Batman, antes de que lo lleve de regreso a Arkham, y, tras finalizar, ambos se ríen, logrando una escena bastante curiosa porque, primero, Batman se ríe, y con muchas ganas, y, segundo, porque parece que, dentro de la diferencia entre ideologías y demás, hay cierta empatía por el Guasón, su eterno némesis.
Aunque, claro, el pasado que se nos muestra de este personaje no puede ser del todo confiable, ya que él mismo no lo recuerda bien del todo y prefiere que su pasado sea de opción múltiple. Esto me recordó a la película Batman: The Dark Night, en que el Joker cambia de historia cada vez que cuenta cómo se hizo sus cicatrices. Es decir, también juega con el televidente y lector.
Otro aspecto interesante es que lo que el Guasón le hace a Batichica es uno más de los traumas que Bruce Wayne ganó como Batman, ya que no pudo ayudarla, cuando fue atacada, al igual como le ocurrió con la muerte del Robin Jason Todd.
Si seguimos la línea que nos muestra el Guasón sobre el bien y el mal, hay un manga one-shot (es decir, que es corto y de un capítulo), elaborado por el mangaka Katsuhiro Otomo, titulado The third mask, publicado en 1996 en una colección de DC llamada Batman Black and White, que recoge historias de numerosos artistas.
En este manga de tan sólo siete páginas, Otomo nos muestra a Batman que, entre el límite de la justicia y venganza, se interroga a sí mismo sobre cuál es su identidad mientras persigue a un asesino con personalidades múltiples.
The third mask nos demuestra que los mangaka no sólo se centran en sus productos nacionales como el manga, sino que leen lo que se produce en Occidente. Además, hablamos de la gran mente creativa de Otomo, quien es mayormente conocido por su obra post-apocalíptica: Akira; por tanto, era de esperarse una perspectiva sobre Batman diferente a la Occidental; y, claro, el dibujo de Otomo es al estilo cómic.
Les dejo este enlace donde podrán leer en inglés The third mask.
Y les comparto el trailer de The killing joke:
@YukiVongola
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