En 1983, se cambió el nombre de Jumpman a Mario en Mario Bros. La elección se debe al parecido físico (bigote y su descendencia italiana) con el dueño del inmueble donde se encontraban las oficinas de Nintendo en Estados Unidos, Mario Segale. En este juego se sentaron algunas bases del personaje actual: fontanero, su hermano menor Luigi, y su sangre ítalo-estadounidense. Aunque, aún no veíamos el universo de Mario que hoy conocemos, sólo un fontanero que eliminaba plagas en tuberías. Nada extraordinario.
Se le adjudica a Super Mario Bros. ser el primer juego de plataformas de desplazamiento lateral, en que los jugadores podían moverse de izquierda a derecha y saltar. Esto podría no significar nada importante ahora, pero para la capacidad de las consolas de esa época fue revolucionario. El uso de ítems que pudieran otorgarle poderes a Mario o Luigi lo convirtieron también en un punto llamativo.
A eso, le agregamos el diseño de los ochos mundos, con cuatro niveles cada uno, que suponían un verdadero reto por lo extensos que eran y los obstáculos a vencer. Seguro todos le tomamos aversión a los niveles acuáticos en los videojuegos desde Super Mario Bros.
Que el personaje pudiera desplazarse hacia distintos planos le dio un sentido de continuidad al juego, no sólo en las secuencias de animación, sino en la trama misma, ya que permitía saber que había un inicio y final, con la opción, claro, de volver a jugarlo y poder cambiar la dificultad. Además, el juego contaba con grandes secretos, como los 257 niveles ocultos, incluyendo el misterioso nivel -1, que por años fue considerado una leyenda urbana entre los gamers.
Debido a las limitaciones de la NES, los desarrolladores tuvieron que ingeniárselas con algunos inconvenientes: el bigote fue una necesidad, debido que programar la nariz y la boca era difícil en esos años. Por tanto, se decidió añadir un bigote, el cual permitía a los jugadores identificar su nariz y saber dónde tenía su boca; el uso de la gorra fue para evitar que los jugadores notaran que su cabello no se movía mientras saltaba para matar Koopas; en tanto, los sprite (mapas de bits para diseñar personajes) de las nubes y arbustos son los mismos, sólo se les cambió el color.
En Super Mario Bros se introducen personajes emblemáticos: la Princesa Peach, Bowser, los Toad, el Reino Champiñón, y cinco años más tarde en Super Mario World, al dinosaurio Yoshi. El perfeccionamiento de las imágenes de estas criaturas fue realizado por el animador Yoichi Kotabe, cuyos diseños son el referente actual que todo el mundo conoce, con esa esencia amigable y adorable.
Kotabe colaboró con Hayao Miyazaki e Isao Takahata (quienes después fundarían estudios Ghibli) en Heidi (1974) como diseñador de personajes; y diez años años después, en la cinta Nausicaä del Valle del Viento como encargado de las secuencias animadas. Además, de ser el supervisor de animación de varias temporadas y películas de Pokémon.
Otro de los grandes aciertos con el que contó fue la música, compuesta por Koji Kondo (quien hizo lo propio en The Legend of Zelda), que está inspirada en un estilo de jazz y vals, cuyos ritmos y notas se acrecenta dependiendo de los mundos y niveles en los que se esté jugando.
Debido a estos aspectos, no es difícil imaginar por qué Super Mario Bros. fue un gran éxito y es uno de los videojuegos más vendidos en la historia, lo que sirvió para impulsar otras franquicias de Nintendo y, a su vez, aumentar la rivalidad con Sega (y, claro, con la mascota de Sega, Sonic), con lanzamientos de calidad de parte de ambas empresas y, con el paso del tiempo, con otras emergentes. Se podría decir que, a raíz de esto, la industria de los videojuegos revivió y dejó un campo fértil para nuevas creaciones.
Para festejar a Mario y compañía, Nintendo anunció Super Mario Bros. 35, un juego en línea competitivo para la consola Switch, que tendrá la animación del juego original, y que podrá jugarse a partir del 1 de octubre; y se espera el lanzamiento de Super Mario 3D World + Bowser´s Fury, que sigue el esquema de Super Mario Bros., pero con la Princesa Peach y Toad como personajes jugables, para febrero de 2021.
Además, en el Universal Studios de Osaka, Japón, se está construyendo un parque temático llamado Super Nintendo World, que traerá toda la emoción de los videojuegos a la vida real, y que se espera esté terminado para este año (en sí, estaba programado para antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokyo, pero la pandemia de Covid-19 retrasó ambos proyectos).
Que Mario se haya convertido en un ícono de la cultura popular no particulariza a un juego o a una empresa, sino que engloba todo lo que hubo atrás y lo que dejó de legado, una herencia que sigue reinventándose y que sigue tan vigente tras 35 años como un parteaguas sobre los desafíos, la concepción artística y la narrativa que deben de contener los videojuegos.
@YukiVongola
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